18
Diciembre
2023
|
13:25
Europe/Amsterdam

¿Puede el estrés ayudarle a alcanzar sus metas profesionales?

Tiempo de lectura: 4 minutos

La respuesta rápida es que sí; el estrés puede ayudarle a alcanzar sus metas, PERO solo si lo gestiona de una forma eficaz. Todos experimentamos distintos niveles de estrés a lo largo de nuestra vida, independientemente de nuestra edad, trabajo, circunstancias individuales o estado de salud.

Sin embargo, es especialmente cierto en el trabajo, donde pasamos gran parte de nuestro tiempo. Tanto si adora su trabajo como si lo odia, el estrés está siempre presente, pero si lo gestiona de la forma correcta, puede ayudarle a lograr un elevado rendimiento que le ayude a alcanzar sus metas profesionales, le permita crecer y lograr el éxito general en su carrera. 

La gestión del estrés nos ayuda a alcanzar nuestras metas profesionales. 

Piense en atletas de talla mundial. Entrenan para controlar tanto sus cuerpos como sus mentes, siendo conscientes de lo que les hace funcionar a su rendimiento óptimo. Mientras entrenan y compiten, sus cuerpos están bajo una inmensa presión, pero también lo está su mente.

Sin embargo, atletas de éxito, como Kelly Holmes, han sido capaces de dominar el complejo equilibrio de la gestión del estrés. Holmes comenta:

«La adrenalina es necesaria pero no en exceso.»

Al preguntarle en qué proporción le importaban sus habilidades físicas en comparación con sus habilidades mentales, su respuesta fue inmediata: 20/80. «En la final de los 800 metros de las Olimpiadas de 2004, la diferencia entre las cuatro primeras finalistas era de 0,2 segundos», nos dijo. «Nuestro talento era prácticamente igual. Todas podíamos correr rápido, todas éramos fuertes y resistentes». Por tanto, el 80 % de la victoria está en la mente. La diferencia radica en la forma en que algunas atletas respondieron ante la ansiedad y la presión.

Kelly Holmes, High Performance por Jake Humphrey y el profesor Damian Hughes.

La gestión del estrés lograda por Kelly Holmes le ha permitido convertirse en una atleta de talla mundial, alcanzando sus metas profesionales y logrando el éxito como olímpica. Pero no todos tenemos que ser atletas para entrenar nuestro cerebro.

Cómo aprender a controlar nuestro estrés para lograr el éxito profesional

Todos podemos aprender a calmarnos y a gestionar nuestros niveles de estrés con una disciplina coherente. Una vez que somos capaces, alcanzamos un nivel de profunda lucidez y nos centramos en un solo propósito y en lograr nuestras metas profesionales.

Sin embargo, el estrés mal gestionado puede resultar perjudicial para nuestra salud y nuestro bienestar, especialmente si experimentamos estrés y ansiedad durante periodos de tiempo prolongados.

Si logra aprender a desarrollar las habilidades necesarias para reaccionar de forma positiva ante las adversidades y los retos, podrá comenzar a mejorar su bienestar general y su capacidad de recuperación, tanto en el trabajo como en casa. Contará con mejores herramientas para responder ante las adversidades venideras, lo que le hará sentirse mayor seguridad para poder superar los obstáculos. El estrés en pequeñas dosis puede crear un ciclo positivo que nos da el valor de asumir riesgos y la oportunidad de prosperar. 

¿Puede la gestión del estrés hacernos más inteligentes?

El neurocientífico cognitivo Ian Robertson, presentador de la charla en Ted titulada «How stress Makes Us Smarter» (Cómo el estrés nos hace más inteligentes), cree que los individuos que gestionan bien el estrés son

«más felices y más inteligentes, experimentan menos ansiedad y se deprimen menos».

Y la psicóloga de la salud Dra. Kelly McGonigal, autora de «Estrés: el lado bueno: Por qué el estrés es bueno para ti y cómo puedes volverte bueno para él», opina:

«Nos han dicho muchas veces que cuando uno está estresado, lo único que hay que hacer es calmarse. Nos dicen que huyamos, lo cual es muy contraproducente. Se trata de utilizar el estrés en nuestro propio beneficio».

La investigación de la Dra. McGonigal puso de relieve que cuando las personas se replantean su forma de pensar en relación al estrés, son más capaces de responder a él con eficacia.

¿Cuáles son los beneficios de replantearse el estrés como algo positivo?

La investigación sobre el estrés positivo (también conocido como «eustrés») ha demostrado que los individuos con buenas habilidades para gestionar el estrés se benefician de:

  • Una mayor confianza en sí mismos y en sus capacidades.
  • Una mentalidad de crecimiento positiva.
  • Son más productivos y eficientes al realizar tareas y en la toma de decisiones.
  • Una alta motivación y un aumento de la moral.
  • Una mayor lucidez y concentración en las metas y en la forma de alcanzarlas.
  • Mayores expectativas tanto de sí mismos como de los demás.

Cuando nos sentimos bien con nuestra capacidad para afrontar los retos, nos sentimos capacitados para ir más allá de nuestra zona de confort y nos sentimos más decididos y optimistas con respecto a nuestras metas.

¿Cómo debemos gestionar el estrés en el trabajo?

Imagine que se enfrenta a un reto en el trabajo, como un rápido cambio de rumbo en un proyecto o realizar una presentación a altos directivos o clientes. Las hormonas del estrés hacen que su cuerpo responda con cambios fisiológicos: el corazón y la respiración se aceleran y la presión arterial aumenta. Mientras tanto, la glucosa inunda sus músculos, poniéndole a alerta, mientras que un torrente de oxitocina le incita a buscar personas que puedan ayudarle.

Cuando empieza a reconocer estos sentimientos y los experimenta como algo bueno en lugar de con angustia, pueden aumentar su energía y su estado de ánimo, mejorar su concentración y, en última instancia, potenciar su capacidad para lograr las metas profesionales y el éxito que persigue.

Los efectos colaterales de la gestión del estrés en el trabajo son generalizados. Aprender a dominar el estrés en un área puede afectar positivamente a otros aspectos de su vida. Tanto si se trata de metas personales como de relaciones o de su vida familiar y comunitaria, dominar el estrés le empuja a buscar nuevos retos, a ampliar sus horizontes, a disfrutar de nuevas experiencias y, en definitiva, a enriquecer su vida.

¿Qué estrategias pueden convertir el estrés en éxito profesional?

En la década de 1970, la psicóloga e investigadora del estrés Susan Kobasa estudió los rasgos de personalidad subyacentes de los ejecutivos que se mantenían sanos a pesar de estar sometidos a un estrés laboral continuo en comparación con aquellos que desarrollaban problemas de salud.

Su investigación identificó tres características de protección: desafío, control y compromiso, que sustentan el pensamiento moderno sobre estrategias eficaces para hacer frente al estrés de una forma adecuada:

  1. Sobre el desafío: Kobasa escribió:

«Las personas que sienten de forma positiva el cambio son catalizadores en su entorno y tienen mucha práctica en responder ante lo inesperado».

Describió una mentalidad en la que los individuos veían el cambio como una oportunidad de desarrollo y no como una amenaza para su seguridad, y estaban motivados para aprovechar la energía generada por el estrés y utilizarla para resolver los problemas.

  • Control: esta característica destaca el hecho de que los individuos que afrontan bien el estrés son más propensos a tomar el control de forma activa y a enfrentarse a sus miedos, creyendo que las experiencias de la vida son controlables y actuando en consecuencia.

Sentir que sus problemas están fuera de control es una de las causas principales del estrés. Las personas con éxito tienden a ser más realistas con respecto a los problemas que están bajo su control y, por tanto, están capacitadas para encontrar soluciones buscando opciones y posibilidades alternativas. 

  • Compromiso: Kobasa descubrió que las personas con un sentido del propósito y unos valores intrínsecos fuertes en sus vidas tenían un mayor compromiso con sus objetivos, incluso ante la adversidad.

La adopción de estos rasgos en su vida laboral podría consistir en: 

  • estar dispuesto a comprometerse;
  • asegurarse de delegar y priorizar;
  • tomar descansos y mantener un equilibrio entre la vida familiar y la laboral;
  • pedir ayuda y ser realista sobre lo que puede y no puede hacer;
  • romper con los malos hábitos, como el perfeccionismo o el exceso de control;
  • esforzarse por tener una mentalidad positiva y marcarse objetivos realistas.

Consejos prácticos para la gestión positiva del estrés

  • Reconocer cuándo el estrés está causando un problema y no ignorar las señales de advertencia.
  • Utilizar los recursos que tenga a su disposición, ya sean herramientas de gestión del tiempo, aplicaciones de concentración activa o simplemente pedir ayuda a amigos, familiares y compañeros.
  • Dar prioridad a las horas de sueño y a la dieta para combatir las hormonas del estrés y mantenerse sano.
  • Practicar el cuidado personal y sacar tiempo para relajarse.
  • Estar en contacto con otras personas para evitar sentimientos de aislamiento y soledad.
  • Recordarse a sí mismo sus puntos fuertes y que ha sido capaz de vencer obstáculos en el pasado.

Lejos de evitar el estrés, podemos acoger activamente el modo en que éste reconfigura nuestro cerebro con el conocimiento y la capacidad de influir positivamente en nuestro éxito profesional, al tiempo que se expande a todas las demás parcelas de nuestra vida.

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