03
Enero
2024
|
17:28
Europe/Amsterdam

5 maneras de estimular el nervio vago

Tiempo de lectura: 3 minutos

La estimulación del nervio vago desempeña un papel importante a la hora de regular una gran variedad de funciones corporales y de fomentar el bienestar general. Puesto que se trata de un componente clave del sistema nervioso autónomo, el nervio vago controla muchos procesos involuntarios del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la digestión y la frecuencia respiratoria, entre otros.

Existen diferentes maneras de estimular el nervio vago y cosechar los beneficios que puede tener sobre la salud.

Exposición al frío

Someter el cuerpo a temperaturas frías puede activar su respuesta al estrés, lo que provoca muchos cambios fisiológicos, como un aumento de la variabilidad de la frecuencia cardíaca y la tonificación del nervio vago.

Si es su primera vez, empiece por salpicarse la cara con agua fría. Para una exposición al frío más intensa, intente ducharse con agua fría, o darse un baño frío o de hielo. Todas estas actividades pueden desencadenar un mecanismo de supervivencia que ralentiza el ritmo cardíaco, contrae los vasos sanguíneos y reconduce el flujo sanguíneo hacia los órganos esenciales. 

Si prefiere no sumergirse en agua fría, pruebe a dar un paseo cuando haga frío fuera o sostenga en la mano un cubito de hielo.

Masaje

Aplicar presión con suavidad en áreas específicas del cuerpo puede activar las fibras sensoriales del nervio vago. Este nervio tiene ramificaciones que se extienden desde el tronco cerebral a lo largo del cuello, el pecho e incluso hasta el abdomen.

Trate de frotar suavemente los lados y la parte posterior del cuello, por debajo y detrás de las orejas, en un movimiento circular con las yemas de los dedos. Frotarse hacia delante y hacia atrás a lo largo de la mandíbula hasta los oídos, y hacia abajo hasta la garganta, también puede influir en el nervio vago.

Por último, un suave masaje abdominal puede ayudar a relajar el intestino y estimular la influencia del nervio vago en la digestión.

Ejercicios respiratorios

Los ejercicios respiratorios son un método ampliamente reconocido y eficaz para estimular el nervio vago y potenciar la relajación. Existen determinadas técnicas de respiración específicas que pueden activar el sistema nervioso parasimpático, lo que aumenta la tonificación del nervio vago.

Por ejemplo, la respiración diafragmática, o respiración abdominal, es una técnica que consiste en respirar con profundidad dentro del diafragma en lugar del pecho. Para practicarla, siéntese en una postura cómoda e inhale lentamente por la nariz, permitiendo que el abdomen se expanda a medida que los pulmones se llenan de aire. Intente exhalar por la boca más despacio de lo que inhaló. Las exhalaciones largas se asocian a la estimulación del nervio vago.

Pruebe a realizar la técnica de respiración 4-7-8. Consiste en inhalar durante cuatro segundos, aguantar la respiración siete segundos y exhalar durante ocho segundos.

Por otro lado, la respiración resonante es un patrón de respiración que se cree que sincroniza los ritmos naturales del cuerpo y mejora la actividad del nervio vago. Para practicarla, inhale durante cinco segundos y exhale durante seis. Repita el ciclo varias veces.

Risa

Reír a carcajadas y experimentar un buen humor mejora la actividad del nervio vago y potencia varios beneficios fisiológicos y psicológicos. Los efectos positivos de la risa sobre el estado de ánimo, la reducción del estrés y el bienestar general pueden estimular el nervio vago de forma indirecta.

Cuando se ríe, puede producirse un aumento temporal de su frecuencia cardíaca y presión arterial, seguido un período de relajación. Se cree que esta respuesta implica la activación del nervio vago y del sistema nervioso parasimpático. La risa también provoca patrones de respiración rítmicos y controlados, que son similares a los ejercicios de respiración que pueden estimular el nervio vago.

La verdadera clave es que la risa sea real y espontánea. Una risa forzada o falsa no tendría los mismos beneficios fisiológicos.

Estimulación oral

El nervio vago se ramifica a lo largo de varios músculos de la garganta, la lengua y la boca, por lo que la estimulación oral es otra manera de influir en su actividad.

Hacer gárgaras con agua puede estimular los músculos de la parte posterior de la garganta que están conectados al nervio vago. Además, acciones como cantar o tararear involucran a los músculos que estimulan el nervio vago y contribuyen a su activación. Está comprobado que algunas prácticas que implican tararear, habituales en la meditación o el yoga, son particularmente efectivas.

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