10
Diciembre
2020
|
11:11
Europe/Amsterdam

Resistencia a los antibióticos

Tiempo de lectura: 3 minutos

La resistencia a los antibióticos tiene el potencial de afectar a la salud humana en todo el mundo y es uno de los principales puntos de acción para la Organización Mundial de la Salud.

La alta disponibilidad y el uso inadecuado de los antibióticos, que se usan para prevenir y tratar las infecciones bacterianas en personas y animales, ha provocado que algunas bacterias se vuelvan resistentes a los propios medicamentos destinados a matarlas o prevenirlas. Eso ocurre debido a una aceleración del proceso evolutivo, por el que las bacterias resistentes sobreviven y transmiten sus capacidades para evitar los antibióticos.

Un dato importante: son los microorganismos los que se vuelven resistentes al antibiótico y no la persona o el animal en el que viven. A diferencia de otros medicamentos, cuanto más se utilizan los antibióticos, menos eficaces son.

El problema es mundial. En Estados Unidos, alrededor de dos millones de personas se contagian de cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, y en la Unión Europea se calcula que este hecho cuesta a los proveedores sanitarios unos 1500 millones de euros al año. 

¿Los antibióticos pueden dañar las bacterias buenas del cuerpo?

En primer lugar, no todas las bacterias son dañinas. Algunas bacterias viven en el cuerpo, donde forman relaciones mutuamente beneficiosas. De hecho, las bacterias buenas, comúnmente conocidas como probióticos, desempeñan un papel fundamental en ayudar al cuerpo a funcionar eficazmente.

Puede haber varios cientos de especies de bacterias “buenas” en el sistema digestivo humano, con un total de hasta 100 billones de microorganismos. Además de mantener a raya las bacterias “malas”, las bacterias buenas ayudan a la digestión, descomponen los alimentos complejos, mantienen la salud intestinal, previenen las infecciones e inflamaciones y mantienen la salud inmunológica general.

Sin embargo, las investigaciones demuestran que los antibióticos pueden tener el efecto contrario a los resultados que se esperan de ellos. Algunos estudios han demostrado que ciertos antibióticos pueden desequilibrar y perturbar el ecosistema intestinal1 y matar las bacterias buenas. El impacto es doble, ya que deja a la persona más indefensa ante futuras infecciones e incluso puede empeorar una infección actual.2

El uso indebido continuo de los antibióticos aumenta las posibilidades de que las bacterias desarrollen una resistencia a los tratamientos y plantea la amenaza de infecciones mucho más difíciles de tratar en el futuro.

Cómo puede ayudar una dieta saludable a reducir la resistencia a los antibióticos

Un ecosistema intestinal sano de bacterias buenas, algo esencial para muchos sistemas del cuerpo, está fuertemente condicionado por los alimentos que come una persona.

En un estudio reciente3 se ha descubierto que la dieta tiene un impacto directo sobre la abundancia y la diversidad de genes resistentes a los antibióticos. En el estudio se llegó a la conclusión de que una intervención dietética podría ser una herramienta útil en la lucha contra la amenaza de la resistencia a los antibióticos.

Los alimentos ricos en probióticos también pueden desempeñar un papel importante. Estas bacterias buenas se encuentran en una gran variedad de alimentos como los yogures, los quesos curados y el miso, pero en la actualidad se están suplementando otros alimentos con probióticos vivos para aumentar los beneficios para la salud.

Otros alimentos, como los plátanos, el ajo y el vinagre de sidra de manzana, han sido clasificados como ‘prebióticos’4, ya que proporcionan la fibra necesaria para alimentar las bacterias buenas.

Aunque la investigación sobre los beneficios y los riesgos de los probióticos todavía está en sus primeras etapas, en una reciente revisión sistemática se descubrió que los niños que consumían un suplemento probiótico a diario tenían un 29 % menos de probabilidades de que se les receten antibióticos en el futuro.

Si se confirma por otros estudios, los probióticos y los cambios en la dieta podrían desempeñar un papel muy importante en la reducción del uso de antibióticos y, por lo tanto, en la resistencia a los antibióticos.

  1. NCBI: Disruption of the Gut Ecosystem by Antibiotics []
  2. Science Daily: Antibiotics destroy good bacteria and worsen oral infection []
  3. Gut Microbiota For Health: Diet could help fight the problem of antibiotic resistance []
  4. Healthline: The 19 best prebiotic foods you should eat []

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